Una neblina tóxica ha descendido sobre una superficie de tierra compartida por unos 500 millones de personas en el norte de India y Pakistán. Sus fuentes incluyen emisiones industriales, incendios domésticos y gases de escape de diésel y gasolina, que constituyen los componentes más importantes de la contaminación del aire en muchas partes del mundo. Pero durante el invierno en el sur de Asia, se estima que la quema de residuos de cultivos es la principal fuente. Es un evento anual que empeora drásticamente las concentraciones de partículas finas en la atmósfera, aquellas con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos. Estas concentraciones ya superan el límite de seguridad recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La contaminación del aire es una de las principales causas de muerte infantil y es devastadora para las comunidades que tienen que soportarla. También contiene compuestos que cambian el clima.
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en naturaleza Esta semana, los investigadores mostraron cómo el campo de las ciencias sociales computacionales, combinado con datos disponibles públicamente, puede ayudar a las autoridades de India y Pakistán a comenzar a abordar un problema que afecta a ambos países (G. Dibuba y S. Gulzar naturaleza 6341125-1131; 2024). El trabajo también destaca lo que se podría lograr si los lazos científicos entre los dos países no se congelan como resultado del deterioro de las relaciones entre sus gobiernos. El retraso en el deshielo podría salvar vidas y mejorar la salud en ambos países.
La quema anual de residuos de cultivos de invierno en el sur de Asia tiene sus raíces en la ciencia del pasado. Las variedades de cultivos de alto rendimiento que surgieron como resultado de las tecnologías de la Revolución Verde de la década de 1960, combinadas con la mecanización, han permitido a los agricultores de las regiones agrícolas del país cultivar trigo y arroz en los mismos campos en el mismo año. Una vez que se recoge la cosecha de arroz, los agricultores queman millones de toneladas de material sobrante para limpiar la tierra para la temporada de crecimiento del trigo. La niebla resultante redujo la visibilidad unos pocos metros, cerró escuelas, obstaculizó el transporte terrestre y canceló vuelos.
Los investigadores están estudiando activamente el alcance de la contaminación y las estrategias de prevención. Gemma DiPuba de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, y Saad Gulzar de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, estudiaron las respuestas de las autoridades a los incendios en India y Pakistán durante una década, de 2012 a 2022. Los autores compararon incendios e incendios. Datos de contaminación del aire y velocidad del viento con registros policiales y judiciales de acciones tomadas contra agricultores. También estudiaron los efectos de la contaminación en la salud. La quema de residuos de cultivos es ilegal en ambos países y las violaciones pueden dar lugar a multas o incluso encarcelamiento de los agricultores. Pero muchos están dispuestos a correr este riesgo. El gran número de agricultores que inician incendios al mismo tiempo hace imposible que las autoridades puedan ocuparse de todos ellos.
Las acciones de los gobiernos locales pueden reducir la contaminación del aire en India y Pakistán
Los investigadores descubrieron que es más probable que los funcionarios de ambos países tomen medidas contra los agricultores si el viento transporta contaminación a través del césped de las casas y, como resultado, la quema de residuos de cultivos disminuye. También descubrieron que este efecto es mayor en áreas cercanas a la frontera entre los dos países; en otras palabras, los agricultores de ambos países tienen más probabilidades de ser penalizados por quemar residuos de cultivos si el viento sopla hacia su lado. Esto plantea preguntas que pueden beneficiarse de una mayor investigación. Por ejemplo, ¿hasta qué punto podrían las autoridades de India y Pakistán hacer retroceder los esfuerzos de control de la contaminación cerca de la frontera? Cuando un país invierte sus recursos en hacer frente a los altos niveles de contaminación dentro de sus fronteras, ¿recibe también más contaminación de su vecino?
Investigaciones adicionales, ya sean análisis de datos remotos o estudios de campo, ayudarían a los investigadores a comprender las perspectivas de los agricultores y los factores detrás de las acciones de los funcionarios gubernamentales.
Los esfuerzos por responder a estas y otras preguntas se beneficiarían de una mayor colaboración. Sin embargo, en la actualidad, existen vínculos mínimos entre investigadores de la India y Pakistán. Los vínculos no gubernamentales (a veces llamados diplomacia de la vía dos), incluidos los vínculos científicos, se encuentran ahora en sus niveles más débiles en aproximadamente una década. Los científicos pudieron reunirse a través de la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC), de ocho naciones, con sede en Katmandú, pero la SAARC ya no está operativa, principalmente debido a las tensiones actuales entre India y Pakistán. El Comité de Científicos Agrónomos no se reúne desde hace cinco años. Hay argumentos sólidos para reactivar esos vínculos.
Se podría lograr mucho si los investigadores de los dos países pudieran comunicarse mejor, trabajar juntos y estudiar la situación de cada uno. El trabajo de DeBuba y Gulzar demuestra lo que se puede lograr utilizando datos abiertos y por qué la ciencia no debe realizarse únicamente dentro de las fronteras nacionales. Cuando se trata de abordar problemas de dimensión regional o global –y cuando están en juego la vida y la salud de las personas– los formuladores de políticas deben priorizar la cooperación.