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Esta película de 1980 protagonizada por John Hurt fue tan buena que obligó a los Oscar a agregar una categoría completamente nueva

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el premios oscar Ha agregado muchas categorías de premios diferentes a lo largo de su historia, y se agregó una después del éxito del drama en la década de 1980. hombre elefante. Los Premios de la Academia son uno de los premios más prestigiosos de la industria cinematográfica, y la primera ceremonia tuvo lugar en 1929. A lo largo de la historia de los Premios de la Academia, ha habido muchas categorías de premios que se han agregado y descontinuado a lo largo de los años; El más reciente es el Premio a la Mejor Edición de Sonido, que fue retirado en 2019.

En 2024, los Premios de la Academia anunciaron la creación de una nueva categoría de premios que reconoce la decisión de casting de una película. El primer Premio de la Academia a la mejor actuación se entregará en la 98ª ceremonia en 2025; Esta es la primera categoría de premio nueva desde la creación de la categoría Mejor Largometraje en 2001. Es posible que se creen otras categorías nuevas en el futuro, como se vio en la campaña de la industria cinematográfica para el Premio al Mejor Acrobacia. En 1980, las reacciones negativas y las campañas de la crítica llevaron a la Academia a crear un nuevo premio tras su éxito. Hombre elefante.

Cómo el Hombre Elefante propició la incorporación de una nueva categoría a los Oscar

El hombre elefante recibió 8 nominaciones al Oscar en 1981

Película dramática en blanco y negro. hombre elefante Una película producida en 1980. Está protagonizada por John Hurt y Anthony Hopkins. La verdadera historia de John Merrick, un hombre que vivió con graves deformidades físicas en la Inglaterra del siglo XIX; Su apariencia física le hizo ser excluido y ridiculizado por la sociedad, y sufría dificultades para moverse y dormir (Heb. Británica). La película describe la vida de Merrick trabajando como exhibición en un espectáculo de fenómenos antes de que lo encuentre el cirujano Frederick Treves, y los dos forman una estrecha amistad, mientras Treves aprende más sobre la condición de Merrick.

hombre elefante Fue lanzada con gran éxito de crítica y es ampliamente considerada una de las mejores películas de John Hurt. La película recibió ocho nominaciones al Premio de la Academia en 1981, incluida la de Mejor Película. Muchos creen que el maquillador Christopher Tucker debería haber recibido el reconocimiento de la Academia por su trabajo al recrear la apariencia física de Merrick para la película. Sin embargo, en ese momento, No hubo ninguna categoría de premio para honrar el maquillaje y los efectos especiales de la película. Reacción violenta al no reconocimiento hombre elefante Debido a que los efectos del maquillaje eran tan extremos, la Academia anunció que crearía un nuevo premio de maquillaje para futuras ceremonias.

Gana quien tenga el récord del mejor maquillaje desde sus inicios

El primer premio al mejor maquillaje se entregó en 1982.

Hasta la década de 1980, la Academia sólo otorgaba premios especiales por logros a dos maquilladores; Fueron entregados a William J. Tuttle en 1964 para

7 caras del Dr. Lau
Y John Chambers en 1968 sobre

El planeta de los simios
. En 1981 se anunció la creación del Premio de la Academia al Mejor Maquillaje, que permitía el reconocimiento total de los efectos del maquillaje en las películas. El primer premio se entregó en la 54ª ceremonia en 1982.

Para Rick Baker, quien ganó por su trabajo en Un hombre lobo americano en Londres.

Nominaciones al Oscar para Rick Baker al mejor maquillaje
año película resultado
1982 Un hombre lobo americano en Londres derrotar
1985 Greystokes: La leyenda de Tarzán, el señor de los simios nominado
1988 harry y henderson derrotar
1989 viniendo a america nominado
1995 Ed Wood derrotar
1997 Profesor Al-Jawzi derrotar
1998 hombres de negro derrotar
2000 vida nominado
2001 Cómo el Grinch se robó la Navidad derrotar
2008 norbit nominado
2011 hombre lobo derrotar

Desde sus inicios,

Rick Baker tiene el récord de más nominaciones al Oscar al Mejor Maquillaje
Recibió 11 nominaciones entre 1982 y 2011. También tiene el récord de más victorias, habiendo ganado 7 veces por sus efectos de maquillaje en películas, incluidas

Ed Wood
,

hombres de negro
y

hombre lobo,
se considera

Uno de los mejores maquilladores prácticos de la industria.
El premio más reciente en la 96ª edición de los Premios de la Academia fue otorgado a Mark Collier, Nadia Stacey y Josh Weston por su trabajo en la película.

Pobres;
Si bien aún no se han anunciado las nominaciones, este premio de los Premios de la Academia no existiría sin el éxito de la película.

hombre elefante

En 1980. Fuente:

Británica

imagen

grande

hombre elefante

Hombre elefante. -adjunto

El hombre elefante es una película de 1980 dirigida por David Lynch, que cuenta la historia de vida de Joseph Merrick, conocido en la película como John Merrick. Ambientada en el Londres del siglo XIX, la película sigue a un cirujano victoriano que descubre la inteligencia y la sensibilidad detrás de la grave desfiguración de Merrick.

establecer

salida
David Lynch (persona)
fecha de lanzamiento
10-10-1980
el calumnia
Anthony Hopkins (persona), John Hurt (persona), Anne Bancroft (persona), John Gielgud (persona), Freddie Jones (persona), Michael Elphick (persona), Hannah Gordon (persona)
clasificación
pag

Enlaces de streaming, alquiler y compra incluidos.

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Reading Has Hurt Me for Years. With a Tablet Holder, It Doesn’t

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I went with the clamp since I knew it would be easy to hook onto my thin wooden side table or metal bed frame, and neither had a paint or finish that would be damaged by the clamp. Some folks also attach it to a headboard.

It was perfect for reading in bed or on the side of my couch. The Lamicall isn’t so long that I needed to add a loop to make it sit far enough away from my eye for comfortable reading, and usually I felt like I had just enough slack to perfectly place it within my preferred reading range. I could keep my Kindle’s text size tiny and put it right next to my face, or push it back farther if I wanted. It floated nicely above or near my head, whether I was lying in bed or sitting up on the couch while my son played nearby.

The base clamp is made of light plastic you secure with a screw top sitting on top of the clamp, which I liked instead of one that pinches on its own–especially since there are tiny grabby hands in my home. The clasp for the Kindle itself is also made of a light plastic, but was still stable and secure. Plus, you can rotate that upper clamp to get the perfect angle.

The neck of the arm is the most resistant part of it: It does take a little effort to move and angle the arm, but that strength and resistance are what keeps it from falling forward or out of place while you read. Even with the resistance, this Kindle holder is still plenty adjustable and goes in any direction you like.

To store it, I usually just push it out of the way toward the wall from wherever it’s clamped. It isn’t foldable, nor does it break down, so if you want it out of sight when you aren’t using it you’ll need a closet or long enough space to store its 3-foot form. It was a little weird to see it floating alone in the living room, but I didn’t find it obtrusive when I used it as a bed stand and simply pushed it against the wall when I was done using it.

It’s designed to be a universal tablet holder, so it’s big enough to hold tablets up to the 11-inch iPad Pro. It can hold a Nintendo Switch, too, along with other popular e-readers. (If only I had this in 2020!) It’s not the right dimensions to hold a bulky Steam Deck by itself, but I still used it to help me prop up a Steam Deck and take weight off my hands and wrists, though it’s not stable enough to float like a Kindle or iPad. It’s able to hold up smartphones, too, and it was similarly comfortable to read with either a Kindle or my iPhone on the Lamicall stand.

Not Quite Hands-Free

Flexible rod with square base and clamp on the other end laying on a bed

Photograph: Nena Farrell

While it won’t fall out of place, the stand is easy to jostle, and I wouldn’t call it hands-free reading—at least not on its own.

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