En un estudio publicado en la revista Science, los investigadores han probado con éxito por primera vez la audición de las ballenas barbadas. La controvertida investigación, realizada en 2023, implicó la captura de dos jóvenes ballenas minke frente a la costa noruega. A las ballenas, cada una de aproximadamente 12 pies de largo y pesando alrededor de una tonelada, se les colocaron electrodos chapados en oro en la piel para monitorear las respuestas cerebrales a diferentes frecuencias de sonido. Los hallazgos sugieren que las ballenas barbadas pueden escuchar frecuencias ultrasónicas mucho más altas de lo que se suponía anteriormente, una capacidad que se cree que ayuda a evadir a los depredadores, especialmente a las orcas.
El proyecto, conocido como Proyecto de Audición de Ballena Minke, ha enfrentado críticas de grupos conservacionistas y científicos. Han surgido preocupaciones sobre el estrés y el daño potencial que se les puede causar a las ballenas durante su cautiverio temporal. Whale and Dolphin Conservation envió una carta abierta al gobierno noruego en 2021 instándolo a cancelar el proyecto, según NBC News. un informe. Los críticos argumentaron que métodos alternativos no quirúrgicos podrían producir resultados similares sin poner en riesgo el bienestar de los animales.
A pesar de la oposición, la búsqueda se llevó a cabo bajo estrictos protocolos, dijo a NBC News Brandon Southall, consultor de acústica marina. Señaló que el proyecto se adhirió a las mejores prácticas y aportó conocimientos valiosos sobre las políticas de gestión del ruido oceánico en virtud de regulaciones como la Ley de Protección de Mamíferos Marinos.
Metodología y desafíos en la captura y prueba de ballenas
Para facilitar las pruebas, se instaló un complejo sistema de captura a lo largo de la ruta migratoria de las ballenas minke cerca de las islas Lofoten de Noruega, según el estudia. El equipo utilizó más de una milla de redes para guiar a las ballenas hacia el canal, donde estuvieron brevemente retenidas en un corral de una piscifactoría. El seguimiento fue realizado por un equipo de 12 a 15 personas, incluidos veterinarios. Se recogieron muestras de sangre, marcadores de microsatélites y datos neuronales durante sesiones que duraron de 30 a 90 minutos antes de que los animales fueran liberados.
El investigador principal, el Dr. Dorian Hauser, de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos, enfatizó las medidas de bienestar implementadas durante la entrevista con NBC News. Informó que las ballenas marcadas reanudaron su comportamiento normal después de ser liberadas, pero una ballena que no fue examinada murió después de quedar enredada en una red durante una tormenta.
Los hallazgos del estudio pueden influir en las políticas futuras que aborden la contaminación acústica submarina. Sin embargo, como señaló a NBC News Susan Parks, profesora de biología en la Universidad de Syracuse, el tamaño y el alcance limitados de la muestra resaltan la necesidad de realizar más investigaciones para comprender las capacidades auditivas de las ballenas barbadas en todas las especies y grupos de edad.