El Servicio Forestal de Estados Unidos ha incendiado más tierras que nunca en los bosques nacionales de California.
Las quemas preventivas, o quemas prescritas, quemaron 63.878 acres de tierras forestales, superando el récord anterior establecido en 2018, cuando se “trataron” 63.711 acres durante todo el año.
Los incendios son provocados deliberadamente por equipos capacitados como una forma de reducir la cantidad de vegetación que sirve como combustible para los incendios forestales.
“Estamos totalmente comprometidos a aumentar la escala y el ritmo de nuestro trabajo de remediación de combustibles peligrosos en California, y se nota”, dijo Jaime Gamboa, director de bomberos de la región Pacífico Sudoeste del USDA. “La restauración de los incendios naturales en estos ecosistemas no sólo ayuda a mitigar las amenazas a las comunidades, sino que también aumenta la salud general de los bosques”.
A pesar de los riesgos que los incendios forestales representan para los hogares y las comunidades, pueden servir como una parte vital del ciclo natural necesario para mantener la salud general del ecosistema. Sin ellos, los bosques a menudo se vuelven superpoblados y insalubres, los árboles se estresan y las especies de plantas que dependen del fuego desaparecen.
“La reintroducción del fuego también reduce la propagación de insectos y enfermedades, recicla los nutrientes nuevamente en el suelo y mejora las condiciones naturales de las plantas y animales nativos”, dice un comunicado del USDA.
Sin embargo, en última instancia, el objetivo de las quemas prescritas es mitigar los riesgos potenciales de incendios graves que pueden devastar comunidades y desarraigar vidas.
Estos incendios intencionales implican una planificación exhaustiva, ya que los funcionarios del USDA evalúan la densidad, el tipo, la altura, la ubicación, la proximidad a las comunidades y la frecuencia de los incendios naturales en el paisaje.
La temperatura, la humedad, el viento y la propagación del humo son otros factores que se tienen en cuenta al planificar una quema prescrita.
Las condiciones de quema planificada suelen ser mejores más adelante en el año, cuando las temperaturas son más bajas y es más probable que haya precipitaciones, pero el USDA dice que la decisión de iniciar un fuego prescrito se toma “poco antes de la quema”.
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