El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que 38 personas en toda Ucrania murieron -incluidos cuatro niños- y otras 190 resultaron heridas en una ola de unos 40 misiles que apuntaron a varios pueblos y ciudades.
Las autoridades declararon un día de luto en la capital con banderas arriadas a media asta y eventos de entretenimiento pospuestos, mientras los rescatistas y socorristas trabajaban en el lugar del Hospital Infantil Ohmatdet.
“La operación de rescate continúa después del ataque ruso con misiles de ayer”, escribió Zelensky en las redes sociales, añadiendo que los pacientes de Ukhmatdet habían sido trasladados a otras instalaciones.
Zelensky añadió: “Continuamos nuestro trabajo para fortalecer la protección de nuestras ciudades y comunidades del terrorismo ruso. Habrá decisiones. El mundo tiene la fuerza necesaria para ello”.
El presidente ucraniano instó a los aliados a fortalecer los sistemas de defensa aérea ucranianos y se espera que renueve estos llamados con el inicio de la cumbre de la OTAN más tarde el martes en Washington.
El presidente ucraniano también convocó a una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los ataques que mataron a unas 10 personas en su ciudad natal de Kryvyi Ryg.
Zelensky dijo que unos 400 rescatistas respondieron a los ataques, pero cientos de voluntarios se reunieron el lunes en el complejo de Ukhmatdet para ayudar a limpiar los escombros y buscar sobrevivientes.
Las autoridades municipales dijeron el martes a la AFP que dos personas murieron en el hospital: un médico y un visitante, pero que podría haber víctimas atrapadas bajo los escombros.
Ucrania dijo que un misil ruso KH-101 cayó sobre el famoso hospital infantil, pero Moscú culpó a los sistemas de defensa aérea ucranianos.
El Kremlin reiteró el martes sus afirmaciones de que las fuerzas rusas sólo están atacando infraestructura militar y remitió otras cuestiones al Ministerio de Defensa.
Los ataques rusos contra Ucrania continuaron durante la noche, hiriendo a dos personas en la región sureña de Kherson y a otras tres en la región de Zaporizhzhya, dos regiones que el Kremlin afirma que son parte de Rusia.