Durante la sesión denominada “Estudio de caso de monólogo con Mike Flanagan”, el narrador expresó su opinión. Admirar los monólogos como forma de arte. Señaló lo “cada vez más raro” que es en el cine y la televisión. Cuando se le preguntó sobre el proceso creativo del monólogo del limón en “La caída de la casa Usher”, explicó cómo empezó como una broma corta:
“Monólogo de limón”. […] Se suponía que era una broma de dos líneas. ¡que era una broma! Es algo así como “Misa de medianoche”, si ven ese programa. […] Hubo monólogos porque tenía mucho que decir y esta era una oportunidad para decir lo que creía. Con lo del limón, que era una broma, siguió pasando. […] “Me sentí mareado al pensar que cualquier actor lo interpretaría”.
Greenwood, que había trabajado anteriormente con Flanagan en “Gerald's Game”, fue utilizado para filmar el formato de monólogo sin cortes ni ediciones, y repitió el proceso en “Usher”. Allí, el humor de la escena dependía del enfoque constante en Roderick a lo largo de su discurso, que luego cambiaría al rostro desconcertado de Dupin. Flanagan añadió:
“No se cortó nada, eso se nota porque nunca cortamos la cámara. [laughs]. La mitad de la broma fue que nos quedamos con Bruce todo el tiempo, y es solo un impulso lento, sin ediciones, y será divertido la próxima vez que volvamos a Carl Lumley. “Y funcionó.”
Esta franela, término acuñado por el actor Rahul Kohli (narrado por Flanagan durante el panel), termina con una nota un tanto sombría sobre cómo patentar semillas polinizadoras para obtener ganancias. Es una referencia a un horrible incidente de la vida real que hace que el discurso de Roderick sea inquietantemente relevante en el contexto del capitalismo desenfrenado y la crueldad en sus últimas etapas.