“Hay muchas versiones diferentes de Michael Scott.“Algunos escritores lo describirían como infantil, otros como incompetente, algunos escribirían una versión de Michael Scott cuando estaba en su mejor momento”, explicó Stupnitsky. “Estábamos tratando de retratarlo en su momento más miserable”.
Ciertamente, “The Dinner Party” encuentra a Michael en uno de los períodos más tristes de su vida. Está tan desesperado por recibir a Jim y Pam en su casa que lleva a cabo un elaborado plan para engañarlos. Luego se pasa la mitad de la noche fingiendo estar feliz, alardeando de su pequeño televisor o de cómo Jan le hace dormir a los pies de la cama. También se da a entender fuertemente que Jan robó la virginidad de su joven asistente en algún momento, y se jacta de ello ante Michael como una táctica de venganza pasivo-agresiva. Todo esto puede ser triste en sí mismo, pero el hecho de que Michael esté tratando de enmarcar todo el asunto como una relación de felicidad lo lleva a otro nivel. Como explicó Eisenberg:
“Michael quiere desesperadamente ser amigo de Jim y Pam, y la idea de invitar gente a cenar a su casa es algo con lo que siento que ha estado soñando durante años, tener una novia y estar orgulloso de ella y todo eso. Todavía está tratando de seguir adelante a pesar de que Jan está claramente nervioso”. “Y a pesar de que su relación se está desmoronando, está tratando de poner esta fachada”.