Esta herramienta esencial y revolucionaria a menudo se pasa por alto, pero después de medio siglo de uso, el código de barras está empezando a evolucionar con los tiempos.
El primer producto que se escaneó fue un paquete de 10 chicles Juicy Fruit de Wrigley en una tienda de comestibles en Troy, Ohio, en 1974. Desde entonces, los códigos de barras han sido omnipresentes al comprar.
Bob Carpenter, presidente y director ejecutivo de GS1 US, una fuente autorizada y sin fines de lucro de códigos de barras UPC, estima que cada día se escanean alrededor de 10 mil millones de artículos con códigos de barras. Y no se trata sólo de las tiendas de comestibles o los centros comerciales.
“Los códigos de barras y el estándar GHS utilizado para códigos de barras se utilizan en 25 industrias diferentes, pero algunas de las áreas que quizás no asocie con el uso de códigos de barras son áreas como la transferencia de dinero entre los Bancos de la Reserva Federal y establecimientos comerciales o los códigos de barras utilizados dentro de los hospitales para abrir y cerrar puertas”, explicó Carpenter.
Los hospitales comenzaron a utilizar códigos de barras inmediatamente después de su invención.
“Los códigos de barras desempeñan un papel fundamental a la hora de vincular a un paciente con el dispositivo médico o producto farmacéutico que recibe”, dijo Carpenter. “Por lo tanto, ayuda a aumentar la seguridad del paciente al garantizar que el medicamento o dispositivo médico correcto se combine con el paciente correcto”.
La empresa estadounidense GS1 descubrió que el 54% de las personas estarían dispuestas a tatuarse un código de barras para compartir información personal como registros médicos, recuerdos de un ser querido o su perfil de citas.
Carpenter cree que los códigos QR y el uso del teléfono permitirán que el código de barras evolucione con los tiempos.
“Estamos viendo la primera generación de lo que serán múltiples generaciones de códigos de barras nuevos y mejorados con QR y RFID que nos permitirán interactuar con productos no sólo dentro de las cuatro paredes” de un establecimiento minorista, sino en todo toda la experiencia de la vida, desde el origen hasta la tienda, el reciclaje y la renovación del producto que utilizamos en todos los diferentes tipos de industrias minoristas, ya sea alimentación, atención médica o también el sector de la indumentaria”, afirmó Carpenter.
Ejemplos del tipo de información que podría estar disponible a través de códigos en el futuro incluyen alérgenos, medidas de sostenibilidad o retiros del mercado actuales.
“Apenas estamos comenzando, aunque estamos celebrando nuestro 50 aniversario”, dijo Carpenter.