Alejandro Arcos, alcalde de la ciudad de Chilpancingo en el estado de Guerrero, en el sur de México, fue asesinado apenas seis días después de asumir el cargo, dijeron autoridades locales.
“Su pérdida ha dejado de luto a toda la comunidad guerrerense y nos llena de indignación”, escribió en la red social X la gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado.
Arcos fue elegido en junio como representante de una coalición de oposición que incluía al Partido Revolucionario Institucional.
Tras su asesinato, el Partido Revolucionario Institucional condenó el crimen como “cobarde” y pidió justicia.
Según el presidente del PRI, Alejandro Moreno, el asesinato de Arcos se produjo tres días después del asesinato de Francisco Tapia, secretario del Ayuntamiento de Chilpancingo.
La fiscalía estatal dijo que había abierto una investigación sobre el asesinato de Arcos.
Guerrero, uno de los estados más pobres de México, ha sufrido años de violencia vinculada a guerras entre pandillas que luchan por el control de la producción y el tráfico de drogas.