Es injusto culpar únicamente a los Sith por la caída de Anakin y la destrucción de los Jedi. La disminución de la integridad en la Orden Jedi fue algo que también atormentó al Conde Dooku, y fue algo que molestó a Qui-Gon Jinn. Cuando conocemos a los Jedi por primera vez en La amenaza fantasma, están atrapados en la misma burocracia que Palpatine ataca en el Senado Galáctico. Cuando comienzan las Guerras Clon, se convierten en generales en la guerra. El declive de los Jedi se acelera en tiempos de guerra, con Mace Windu declarando que no está en la naturaleza de un Jedi asesinar a nadie, pero al final de la guerra, ordena el asesinato de Dooku e intenta matar personalmente al Canciller.
Mientras Anakin Skywalker busca respuestas reconfortantes sobre su madre y su esposa secreta, esencialmente se le pide que acepte sus muertes y las supere. Lo pusieron en situaciones cada vez más difíciles, incluso pidiéndole que espiara al Canciller. Le privaron del rango de maestro, a pesar de concederle un puesto en el consejo. Hay secretos y mentiras en los pasillos del Templo Jedi. Cerca del final de las Guerras Clon, Incluso Jedi como Barris Offee están dispuestos a matar. Por la corrupción de los Jedi. Hay muchos otros dispuestos a renunciar a su juramento a la Orden y unirse al Detective Palpatine.
Nadie lo expresó de manera más sucinta que Luke Skywalker en The Last Jedi. La obra maestra de “Star Wars” de Rian Johnson. “Ahora que están extintos, los Jedi están romantizados y deificados, pero si eliminas el mito y observas sus acciones, el legado de los Jedi es el fracaso”, le dice Luke a Rey. “Hipocresía y arrogancia… en el fondo. En el apogeo de su poder, permitieron que Darth Sidious se levantara y creara el Imperio y lo derribara, y fue el Maestro Jedi el responsable del entrenamiento y la creación de Darth Vader.
Paso a paso, los Jedi cayeron como una orden completa, pero parece que estamos viendo el comienzo de ello este otoño en “Star Wars: The Acolyte”.