Basado en un trabajo pionero realizado en la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo, la startup sueca sinonos La compañía busca comercializar un nuevo compuesto de fibra de carbono multifuncional que pueda funcionar como batería, con la esperanza de que su tecnología pueda eliminar los paquetes de baterías tradicionales en dispositivos como computadoras portátiles, vehículos eléctricos y aviones.
La fabricación de fibra de carbono proporciona resistencia estructural al tiempo que reduce el peso y mejora el rendimiento del sistema al utilizar la masa existente para almacenar energía. Este truco se logra utilizando fibras de carbono como electrodos en la celda de la batería, combinadas con un electrolito especialmente desarrollado, para crear estructuras livianas y fuertes con almacenamiento eléctrico integrado.
Como se indica en Nuevo AtlasEste viaje comenzó hace más de una década cuando la investigación de Volvo en colaboración con la Universidad de Chalmers identificó fibras de carbono con una conductividad eléctrica y rigidez estructural óptimas. En 2022, Chalmers Ventures dividió la empresa en Sinonus y se centró en materiales multifuncionales para ahorrar recursos.
Pequeño problema de coste
Aunque los prototipos actuales tienen densidades de energía más bajas que las baterías convencionales, ofrecen ventajas en materia de seguridad y conservación de recursos. Las pruebas de laboratorio de la compañía ya han reemplazado las baterías AAA en aplicaciones de baja potencia por baterías de electrodos de carbono. El próximo objetivo es expandirse a usos más exigentes, como dispositivos de IoT y, eventualmente, automóviles y aviones eléctricos.
“Es posible que el almacenamiento de energía eléctrica en fibra de carbono no sea tan eficiente como las baterías tradicionales, pero dado que nuestra solución de fibra de carbono también tiene durabilidad estructural, se pueden lograr ganancias muy significativas a nivel del sistema”, dijo Markus Zetterström, director ejecutivo de Sinonus.
Todavía quedan grandes desafíos por delante, incluido lograr una mayor densidad energética y reducir costos. como Nuevo Atlas “Las baterías de los vehículos eléctricos son caras por sí solas”, señala, “pero ¿sería realmente más barato reemplazarlas con fibras de carbono eléctricas especialmente rellenas?”
Sinonos, sin embargo, sigue siendo optimista y señala estudios que sugieren que las baterías estructurales de fibra de carbono podrían ampliar la autonomía de los vehículos eléctricos hasta en un 70%, confirmando su capacidad para almacenar energía de forma más segura y eficiente.