Cada año, decenas de miles de personas en todo el mundo solicitan puestos de trabajo de investigación con títulos de posgrado y conocimientos especializados, sólo para que sus solicitudes cuidadosamente elaboradas desaparezcan en el vacío digital. Mientras tanto, los reclutadores informan que no pueden encontrar candidatos adecuados para los puestos vacantes. El año pasado, el 46% de casi 1.000 personas que respondieron a una encuesta entre gerentes de contratación de investigación del mundo académico y de la industria dijeron: naturalezaSu equipo de contratación dice que la falta de lo que consideran candidatos de “alto calibre” es su mayor preocupación (ver go.nature.com/3drcqnz).
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Una de las principales razones de este desajuste es la percepción de que una persona con cualificación académica está plenamente cualificada para realizar trabajos de investigación. La realidad es que un doctorado o un primer puesto postdoctoral es, en la mayoría de los casos, equivalente a una calificación de nivel inicial, donde el titular necesita más asesoramiento, orientación, tutoría y experiencia antes de poder trabajar de forma independiente.
El cambio de prioridades generacionales también influye. Por ejemplo, la mayoría de los científicos que inician su carrera actualmente son millennials, nacidos entre principios de los años 1980 y mediados de los años 1990. A menudo tienen conocimientos digitales y traen consigo fuertes instintos de colaboración y el deseo de que su trabajo tenga un impacto social. También tienden a valorar el equilibrio entre la vida personal y laboral y la flexibilidad profesional, que no siempre se alinean con las prioridades de los científicos a los que entrevistan para puestos de trabajo.
Mientras tanto, los empleadores están respondiendo a naturalezaUna encuesta informó que los candidatos a menudo carecen de pensamiento creativo, habilidades de comunicación y resolución de problemas, y cualidades como perseverancia, pasión y perseverancia. Sin embargo, existe poca formación estructurada para quienes buscan empleo sobre cómo hacer esto. Aprender o mostrar evidencia de estas características..
Abordar estos desafíos requiere un enfoque multifacético. Pero tres intervenciones pueden marcar la diferencia.
Ampliar los servicios de desarrollo profesional
como naturaleza Se ha argumentado antesLas universidades y otras instituciones de formación en investigación pueden hacer más para ampliar el enfoque de la formación doctoral más allá del ámbito académico. Esto significa brindar asesoramiento y orientación sobre trayectorias profesionales y oportunidades de empleo que puedan estar disponibles para los investigadores en las empresas, el sector público y las ONG. Esto podría surgir, por ejemplo, a través de conversaciones de antiguos alumnos o ex empleados de la universidad que se han trasladado a otros sectores. Para aquellos que buscan desarrollar sus carreras en las universidades, las instituciones pueden aprender de otros empleadores en los sectores público o privado, implementando esquemas de observación laboral, por ejemplo, donde los estudiantes universitarios siguen a investigadores posdoctorales durante una semana.
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Humanizar las plataformas
Las grandes plataformas en línea que conectan a los investigadores con empleadores potenciales deberán volverse menos automatizadas. Muchas veces, los candidatos envían una solicitud de empleo en respuesta a un anuncio y no reciben otra respuesta que un reconocimiento automático. Muchos reclutadores afirman que no brindarán comentarios a los solicitantes no seleccionados. Esto es comprensible en el caso de puestos de trabajo que pueden recibir un gran número de solicitantes. Pero también es desmoralizante para quienes buscan empleo y da la impresión de ser un empleador desinteresado, no un lugar donde las personas más talentosas quieran ir a trabajar.
Algunos reclutas dijeron naturaleza Prefieren contratar a través de sus redes profesionales, en lugar de depender de grandes plataformas online. Esto tiene como objetivo en parte eliminar las aplicaciones de cortar y pegar, o aquellas que parecen haber sido creadas con herramientas de inteligencia artificial. Esto demuestra la continua importancia de la creación de redes en el desarrollo profesional y significa que quienes ingresan a la fuerza laboral deben recibir capacitación sobre cómo construir redes.
Incorporar formación estructurada
Los empleadores deberían considerar los beneficios de la formación estructurada para los investigadores que inician su carrera, como medio para mejorar el pensamiento crítico y las habilidades analíticas. Esto se puede hacer reproduciendo los planes de formación que suelen utilizar las grandes empresas farmacéuticas, tecnológicas, de consultoría, financieras y jurídicas. A menudo incluyen rotaciones para que los nuevos empleados puedan experimentar el trabajo en diferentes departamentos durante períodos cortos. Estos planes no tienen por qué costar mucho dinero, lo que constituye una preocupación legítima para las pequeñas y medianas empresas. También existen otros modelos, como la formación de corta duración.
¿Cómo deberían los científicos que buscan empleo cruzar la línea entre los de alto calibre y los mediocres?
En general, las universidades y otros organismos de formación deben aceptar que necesitan trabajar más duro para comprender los desafíos que enfrentan los solicitantes de empleo en ciencias y tener como misión proporcionar a los estudiantes y aprendices las habilidades necesarias para tener éxito en el mercado laboral actual. Los riesgos aquí no están relacionados sólo con profesiones individuales. No preparar adecuadamente a los investigadores para el éxito profesional no sólo desperdicia el potencial de los investigadores, sino también la inversión de la sociedad en formación científica.
El camino a seguir requiere que quienes buscan empleo y los reclutadores se comprendan mejor. Los candidatos se beneficiarán al saber por qué los reclutadores no están satisfechos con el nivel de los solicitantes. Por su parte, las instituciones deben verse a sí mismas como arquitectas de las carreras científicas. Esto significa reconocer que la preparación profesional no distrae de la excelencia en la investigación, sino que es un componente esencial de la misma.