Científicos suizos de la EPFL (Escuela Privada de Lausana), junto con investigadores de otras universidades, están trabajando para crear robots que no sólo sean funcionales, sino también biodegradables y seguros para comer.
Estos robots pueden reducir los desechos electrónicos, proporcionar nutrición y medicamentos, monitorear la salud y brindar nuevas experiencias culinarias.
el robocomida El proyecto explora el uso de materiales comestibles para reemplazar los ingredientes tradicionales no comestibles. Por ejemplo, se puede usar gelatina en lugar de caucho, se pueden usar pasteles de arroz en espuma y las películas de chocolate pueden proteger a los robots en ambientes húmedos. Otros materiales innovadores incluyen tinta conductora hecha de carbón activado y ositos de goma.
Desafíos adelante
El progreso en la robótica comestible ha sido lento, pero constante. En 2017, los científicos crearon un astringente comestible. En 2022, se diseñó un dron con alas de galleta de arroz y pegamento de gelatina, así como un robot rodante con patas de gelatina y un sensor de inclinación comestible. En 2023, desarrollaron la primera batería comestible recargable hecha de riboflavina y quercetina, capaz de alimentar dispositivos pequeños de forma segura.
“Combinar robótica y comida es un desafío fascinante”, dice Dario Floreano, director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne y primer autor de la nueva perspectiva RoboFood publicada en la revista. Materiales de revisión de la naturaleza.
En 2021, Floriano se une a Remco Bohm de la Universidad de Wageningen, Jonathan Rossiter de la Universidad de Bristol y mario Caironi del Instituto Italiano de Tecnología para lanzar RoboFood.
A pesar del progreso, persisten desafíos, como comprender cómo los humanos y los animales perciben los robots comestibles interactivos y la integración perfecta de piezas eléctricas y mecánicas. Los investigadores enfrentan obstáculos al combinar componentes que usan electricidad para funcionar con aquellos que usan fluidos y presión para moverse.
Otros problemas en la búsqueda de producir robots totalmente comestibles incluyen cómo miniaturizar los ingredientes y extender la vida útil de los alimentos robóticos, así como lo que parece ser un paso bastante importante: cómo hacer que los robots tengan un sabor delicioso.