Si bien Sam Rubin siempre estuvo muy preparado para sus segmentos de televisión, a menudo eran los momentos sin guión los que provocaban las mayores risas.
Desde editar su primer lanzamiento en el Dodger Stadium para que pareciera un éxito hasta caerse de una hamaca en el KTLA 5 Morning News, Sam podía darle un giro divertido a cualquier situación y convertirse en el centro de atención.
Durante sus décadas cubriendo Hollywood, Sam se convirtió en uno de los reporteros de entretenimiento más respetados, pero “le encantaba cuando las cosas se salían del guión o no salían según lo planeado”, dijo Jessica Holmes.