Investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco han dado un paso importante para comprender la complejidad de los brazos de los pulpos mediante la creación de mapas 3D que detallan el complejo sistema nervioso dentro de los brazos. A diferencia de los humanos, cuyo cerebro controla todas las funciones motoras, Pulpo Los brazos parecen funcionar casi de forma independiente, como si cada brazo tuviera su propia “médula espinal”. Esta independencia ayuda a estas criaturas a realizar tareas complejas. Estas tareas pueden variar desde abrir frascos hasta usar herramientas, todo mientras el cerebro tiene un control directo limitado sobre cada brazo.
El mapeo avanzado ofrece nuevos conocimientos
el investigacióndirigido por Robin Crook, profesor asociado y copresidente del Departamento de Biología del Estado de San Francisco, aborda una pregunta de larga data en biología marina: ¿Cómo manejan los brazos de los pulpos comportamientos tan complejos sin una intervención constante del cerebro? Utilizando técnicas avanzadas de imágenes en 3D, Gabrielle Winters Bostwick, becaria postdoctoral, y Diana Nixo, estudiante de posgrado, crearon mapas anatómicos y moleculares detallados que revelan la organización única de los brazos del pulpo.
El estudio de Winters-Bostwick utilizó marcadores moleculares para resaltar diferentes tipos de… NeuronasSe reveló que las neuronas ubicadas en la punta del brazo difieren significativamente de las ubicadas cerca del centro del cerebro. Mientras tanto, Neacsu utilizó microscopía electrónica 3D para explorar la organización estructural y descubrió patrones recurrentes en las ramas nerviosas y los ganglios del brazo.
El papel fundamental de las imágenes avanzadas
Estos estudios son posibles gracias a la avanzada tecnología de imágenes del estado de San Francisco, en particular el microscopio Leica STELLARIS ubicado en el Centro de Imágenes Celulares y Moleculares (CMIC) de la Universidad. Este recurso ha cambiado las reglas del juego para el equipo. “Sin este microscopio, gran parte de nuestra investigación no habría sido posible”, afirmó Crook.
Los resultados de estos mapas podrían revolucionar nuestra comprensión de la fisiología del pulpo, y las herramientas desarrolladas probablemente serán adoptadas por otros laboratorios que estudian la neurociencia de los cefalópodos. Los investigadores pretenden investigar cómo responden los brazos de los pulpos a los estímulos y explorar las razones evolutivas detrás de la arquitectura única de su sistema nervioso.