Un estudio publicado en la revista Nature proporcionó nuevos conocimientos sobre el medio ambiente durante el tiempo… dinosaurios comencé a tomar el control tierra. El análisis, realizado con muestras de heces fosilizadas o coprolitos, reveló restos no digeridos de alimentos, plantas y presas, proporcionando evidencia de los hábitos alimentarios y el papel ecológico de los dinosaurios hace unos 200 millones de años. Los hallazgos abordan una brecha de 30 millones de años en la comprensión del ascenso evolutivo de los dinosaurios durante el período Triásico Tardío.
Descubrimientos clave del análisis de coprolitos
el investigación Se centró en las regiones del norte del supercontinente Pangea, donde se recolectó material durante un período de 25 años. Se utilizaron técnicas de imagen avanzadas para examinar las estructuras internas de los coprolitos, revelando restos bien conservados de peces, insectos y presas más grandes. En particular, se ha encontrado evidencia de que los huesos fueron consumidos por depredadores y digeridos en sales y médula, reflejando comportamientos observados en especies como las hienas en la actualidad.
Se ha descubierto que los coprolitos de dinosaurios herbívoros, como los primeros saurópodos, contienen helechos arbóreos y otras plantas. Los investigadores quedaron fascinados por el descubrimiento de carbón en estas muestras, lo que sugiere que estos dinosaurios lo ingirieron para neutralizar las toxinas encontradas en algunos helechos.
La adaptabilidad como mecanismo de supervivencia.
En el estudio, la diversidad dietética de estos primeros dinosaurios se destacó como un factor importante en su éxito evolutivo. La capacidad de adaptarse a entornos cambiantes mediante el consumo de plantas fue crucial para su supervivencia, afirmó en un comunicado Grzegorz Niedźwiedzki, coautor de la investigación. Según los resultados, estos dinosaurios herbívoros mostraron preferencia por los brotes de plantas frescas, lo que les permitió resistir las perturbaciones ambientales durante el Triásico Tardío.
El estudio contribuye a comprender cómo la adaptabilidad en la dieta y el comportamiento permitió a los dinosaurios prosperar en medio de los desafíos climáticos, allanando el camino para su dominio del planeta.