Un estudio reciente, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, identificó áreas a nivel mundial que experimentan olas de calor más extremas de lo que predicen los modelos climáticos. Estas anomalías, que se extienden por todos los continentes excepto la Antártida, se han relacionado con miles de muertes, fracasos agrícolas y graves incendios forestales en los últimos años, según varios informes. La investigación destaca los desafíos de comprender y proyectar la dinámica física que impulsa estos extremos de temperatura inesperados, lo que genera preocupación sobre la idoneidad de los modelos climáticos actuales para estimar los riesgos regionales.
Intensificación de las olas de calor y puntos críticos globales
el el estudiaEl Dr. Kai Kornhuber, científico asistente de la Escuela del Clima de la Universidad de Columbia e investigador principal del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, analizó datos de los últimos 65 años. Identificó áreas donde las temperaturas extremas se intensifican más rápidamente que las moderadas TemperaturasLo que llevó a que se registraran temperaturas máximas récord.
Los ejemplos incluyen una ola de calor en el noroeste del Pacífico en junio de 2021, donde las temperaturas en Layton, Columbia Británica, aumentaron a 121,3 grados Fahrenheit, lo que provocó un incendio forestal que diezmó la ciudad.
Las zonas más afectadas incluyen el noroeste de Europa, partes de Asia como China central y zonas de Australia, África y América del Sur, según las fuentes. El noroeste de Europa vio las señales más consistentes: las olas de calor contribuyeron a 60.000 muertes en 2022 y 47.000 en 2023.
Según el estudio, las temperaturas máximas de verano en esta región aumentan al doble que las temperaturas medias de verano, y esto se ve agravado por la falta generalizada de aire acondicionado.
Comprender los mecanismos básicos.
Los científicos atribuyen algunos de estos casos extremos a perturbaciones en la corriente en chorro del hemisferio norte, que se ve afectada por el aumento de la temperatura en el Ártico. Esta inestabilidad crea ondas de Rossby, que atrapan aire caliente en regiones templadas.
El Dr. Samuel Bartosek, coautor del estudio, destacó la interacción entre los factores que causan la ola de calor en el noroeste del Pacífico, incluidas las plantas de secado y la transferencia de calor atmosférico. Sin embargo, el estudio reconoce que existen lagunas en la comprensión, y que algunos eventos se describen como “cisnes grises”, que se sitúan entre la previsibilidad y la aleatoriedad.