Las dos películas sobre las que todos los críticos encuestados escribieron favorablemente se estrenaron al principio de su carrera, antes que casi todas las películas mencionadas anteriormente. La primera, “Shoot”, es una película del oeste de 1966 dirigida por el director de “Two-Lane Blacktop”, Monty Hellman. La película sigue a un ex cazarrecompensas (Warren Oates) y su poco inteligente compañero, Cooley (Will Hutchins), mientras viajan por el desierto con una mujer misteriosa (Milly Perkins), un pistolero solitario vestido de negro que los sigue. El pistolero previsto fue interpretado por Nicholson, quien en ese momento había aparecido en películas como “La pequeña tienda de los horrores” y “El cuervo”, pero aún no había tenido un gran éxito en “Easy Rider”.
Según la biografía La vida de Jack de Patrick McGilligan, Nicholson se desempeñó como productor de la película y trajo una copia a París para sellar un contrato de distribución. Si bien la película fue un éxito cuando se proyectó ante una multitud de cinéfilos influenciados por la revista Cahier du Cinema y apareció en el Mercado Abierto de Cannes, los distribuidores con los que llegó a un acuerdo finalmente quebraron, arrojando la película a la oscuridad. Helman dijo Tesorero de cine La película se “retrasó tres años debido a algunos detalles legales”, pero finalmente encontró su camino ante una audiencia receptiva.
Si bien algunas calificaciones de Rotten Tomatoes terminaron sesgadas gracias a críticas impresas negativas que se han perdido en el éter a lo largo de los años (ver: El papel mejor valorado de Marilyn MonroeMcGilligan escribió que “Shooting” recibió elogios desde el principio. En una edición de 1971 de Sight & Sound, Philip Streeck escribió que “Hellman era un maestro en el arte de colocar la cámara en el lugar correcto en el momento correcto, de manera completamente inesperada”, mientras que David Perry de Time Out escribió: Nombralo “Es quizás la primera película occidental que realmente merece ser llamada película existencial”. La película sigue impresionando hasta el día de hoy: en 2012, Richard Brody, del New Yorker, la dirigió el escribio eso “La película presenta la violencia primitiva con un toque de modernidad” y su final es “tan ingenioso como misterioso”.