Septiembre de 2024 puede brindar una oportunidad única para ver la vibrante aurora boreal, especialmente alrededor del equinoccio de otoño el 22 de septiembre. Los expertos esperan que las tormentas geomagnéticas sean más fuertes de lo habitual durante este período, gracias al efecto Russell-McPheron. El fenómeno, detallado por primera vez en un artículo de 1973, sugiere que el campo magnético de la Tierra se alinea brevemente con el viento solar durante los equinoccios, permitiendo que las partículas cargadas penetren más fácilmente. Como resultado, esta alineación resulta en una actividad polar más intensa, creando una exhibición impresionante en el cielo.
¿Por qué es tan importante el equinoccio de septiembre para la aurora boreal?
El efecto Russell-McPherron es un factor importante en el aumento de la frecuencia de auroras boreales durante los equinoccios de marzo y septiembre. Los polos magnéticos de la Tierra se inclinan y se alinean con el viento solar, lo que permite que las partículas cargadas interactúen con la atmósfera. Cuando estas partículas chocan con las moléculas de oxígeno y nitrógeno de la atmósfera, emiten colores brillantes y forman la aurora boreal. Esta alineación única durante el equinoccio crea un ambiente ideal para la aurora boreal, especialmente en el hemisferio norte.
Actividad solar máxima y aumento de tormentas
La actividad magnética del Sol, que actualmente se acerca a su pico en el ciclo solar de 11 años, contribuye al potencial de tormentas geomagnéticas. A principios de este año, en mayo, la tormenta geomagnética más fuerte en más de dos décadas provocó la aparición de auroras en lugares tan al sur como Florida y México. A medida que la actividad solar continúa aumentando, es posible que ocurra un evento similar en septiembre, lo que brindará una mejor oportunidad para presenciar estos asombrosos fenómenos naturales.
Condiciones ideales para ver la aurora boreal.
Lo que hace que el equinoccio de otoño de septiembre sea aún más emocionante es el equilibrio entre la luz del día y la oscuridad. Durante este tiempo, el hemisferio norte experimenta 12 horas de luz del día y 12 horas de noche, creando la ventana perfecta para ver la aurora boreal. Con cielos más oscuros que los meses de verano, aumentan las posibilidades de ver la impresionante aurora boreal en todo su esplendor.