Es el segundo jugador más rápido del mundo. SupercomputadoraSegún los informes, Frontier ha realizado la simulación del universo más grande jamás realizada. El proyecto, dirigido por Salman Habib, director de la División de Ciencias Computacionales del Laboratorio Nacional Argonne, se llevó a cabo para probar modelos hidrodinámicos cosmológicos. La simulación se desarrolló utilizando el Código de Cosmología Acelerada Híbrida/Hardware (HACC), que ha sido adaptado para su uso en algunas de las supercomputadoras más avanzadas disponibles.
De acuerdo a Información Como compartió AMD en un comunicado de prensa, Frontier es capaz de procesar hasta 1,1 exaFLOPS, lo que equivale a 1,1 quintillones de operaciones por segundo. El sistema integra 9.472 CPU AMD y 37.888 GPU AMD, lo que lo convierte en uno de los dispositivos más avanzados del mundo. Los informes indican que esta capacidad fue superada recientemente por otra supercomputadora, El Capitán, que alcanzó una velocidad de procesamiento de 1.742 exaFLOPS en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Desarrollo de simulaciones cósmicas.
El código HACC, desarrollado originalmente hace más de una década, simula la evolución del universo. Anteriormente se había implementado en sistemas menos potentes como Titan y Summit, donde las simulaciones se centraban principalmente en las fuerzas gravitacionales. Sin embargo, Frontier ha permitido la inclusión de factores adicionales como gas caliente, formación de estrellas y actividad de agujeros negros. Bronson Messer, director científico de Oak Ridge Leadership Computing Facility, señaló en un comunicado que la inclusión de bariones y física dinámica representa un avance importante en el realismo de estas simulaciones.
Aplicaciones científicas e implicaciones.
Según los informes, las simulaciones se proporcionarán a la comunidad científica para probar y mejorar los modelos cosmológicos. Estas incluyen preguntas sobre la materia oscura, la energía oscura y teorías alternativas de la gravedad. La investigación está alineada con el Proyecto ExaSky del Departamento de Energía, una iniciativa de 1.800 millones de dólares para apoyar la computación a exaescala para la investigación astrofísica.
Se espera que los resultados del estudio se comparen con datos de estudios astronómicos a gran escala, como los realizados por el Observatorio Vera C. Rubin, para determinar qué modelos coinciden mejor con los fenómenos observables.