Un estudio reciente realizado por investigadores de la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de la Universidad de Duke examinó los impactos en la calidad del agua en una mina de litio histórica en Carolina del Norte, específicamente cerca de Kings Mountain. El estudio, realizado por un equipo dirigido por Avner Vengosh, Profesor Distinguido de Calidad Ambiental, destaca la presencia de niveles elevados de litio, rubidio y cesio en el agua conectada al sitio de la mina. Los hallazgos publicados en Science of the Total Environment brindan información importante sobre cómo las minas de litio abandonadas impactan los recursos hídricos locales.
Contaminantes y resultados de estudios.
el investigación Reveló que las concentraciones de contaminantes comunes como el arsénico y el plomo, cobre El níquel se mantuvo por debajo de los estándares establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Sin embargo, se han identificado niveles significativos de litio y metales menos comunes como el rubidio y el cesio en las aguas subterráneas y superficiales cercanas. Estos elementos, aunque no están regulados a nivel federal, se observaron en concentraciones inusuales para las fuentes de agua naturales de la región.
en un declaración Los hallazgos plantean preguntas sobre los posibles impactos ambientales y de salud de estos metales, dijo a SciTechDaily Gordon Williams, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Duke. Las pruebas de laboratorio que simulaban condiciones naturales también demostraron que los desechos de la mina no contribuían a la escorrentía ácida nociva, un fenómeno a menudo asociado con operaciones mineras como la minería del carbón.
Exploración futura del litio y sus implicaciones.
El estudio confirmó que, aunque se han documentado los impactos de la antigua mina, los impactos ambientales de la extracción y el procesamiento activo de litio siguen sin abordarse. Vengosh habría dicho que los métodos de tratamiento, que incluyen tratamientos químicos para extraer litio, podrían plantear nuevos desafíos a la calidad del agua en el área si se reanudan las operaciones mineras.
Según el informe, ahora se están realizando esfuerzos para ampliar la investigación para incluir evaluaciones de la calidad del agua potable en áreas ricas en litio en Carolina del Norte. Al analizar pozos privados y aguas superficiales, los investigadores pretenden proporcionar mayor claridad sobre los impactos a largo plazo de la extracción de litio en los sistemas hídricos locales.