La temporada inaugural terminó en tragedia, cuando el príncipe Jaehaerys Targaryen, hijo de Aegon, y su esposa/hermana Helena, fueron brutalmente asesinados a petición de Daemon Targaryen en represalia por Aemond, el hermano de Aegon, que mató al hijo de Rhaenyra, Lucerys. El objetivo previsto era Aemond, pero cuando los asesinos a sueldo no pudieron encontrarlo, recibieron instrucciones de matar “hijo por hijo”, lo que significa que Jaehaerys fue decapitado mientras su madre huía aterrorizada con su hermana gemela Jaehaera. Esto es lo que enloquece a Aegon, porque su hijo y heredero ha sido brutalizado en uno de los momentos más crueles del mundo en “Juego de Tronos” de George R.R. Martin.
Otto Hightower toma la brillante decisión de honrar al príncipe asesinado con un desfile por las calles, seguido de un carruaje que transportaba a Helena y Alicent. “El mundo debe ver la tristeza de la Corona”, dice, “una tristeza que se expresa mejor a través de sus personajes más amables”. Es genial porque la escena de explotación retrataría a Rhaenyra como un monstruo. El entusiasta consejo estratégico de Otto es un gran éxito. La cabeza del pobre bebé se mueve separada del cuerpo en el espectáculo, lo cual resulta muy molesto. Rhaenyra pierde inmediatamente a sus aliados y el Equipo Verde siente mucha simpatía.
Pero Egon ve este plan débil y quiere “derramamiento de sangre, no tinta”. Mató a golpes a uno de los asesinos, Blood the Butcher, con un instrumento propio. No es para darle un pase a Aegon ni nada… pero lo entiendo. El hombre decapitó a un niño, la misericordia no es algo que muchos creen que merece. Antes de morir, Blood renuncia a la identidad de su compañero como Mouse Catcher, pero no sabe su nombre.
Entonces, Egon mata todos de cazadores de ratas y colgó sus cuerpos en exhibición fuera del reino, enojando a los ciudadanos y anulando las ganancias que le había otorgado el plan de Otto. Luego se pone peor porque Egon es un idiota fanfarrón al que sólo le importa la gratificación instantánea y las pequeñas victorias en lugar de mirar hacia el futuro.