Cosmología se encuentra en un posible punto de inflexión, con el Telescopio Espacial James Webb de la NASA (JWST) está dispuesto a abordar cuestiones de larga data en este ámbito. Durante años, el Modelo Cosmológico Estándar fue el estándar de oro, mostrando que la composición del universo era 68 por ciento de energía oscura, 27 por ciento de materia oscura y 5 por ciento de materia ordinaria. Este modelo ha hecho predicciones precisas sobre las estructuras cósmicas y la distribución de la materia, pero observaciones recientes cuestionan sus suposiciones.
Tensión del Hubble
Una cuestión importante es la “nerviosidad del Hubble”, que surge de diferentes mediciones de la tasa de expansión del universo, según un estudio reciente. condición Las observaciones que utilizan variables cefeidas indican una velocidad de 73 kilómetros por segundo por megaparsec, mientras que las predicciones teóricas indican una velocidad de 67,4 kilómetros por segundo por megaparsec. Esta discrepancia del 8% ha dado lugar a debates sobre si las mediciones actuales están sesgadas o si es necesario revisar el modelo cosmológico. A pesar de las capacidades avanzadas del telescopio James Webb, aún no ha podido resolver esta tensión de una vez por todas.
Los investigadores ahora están estudiando mediciones de otros tipos de estrellas, como las estrellas Tip-A-Red Giant Branch (TRGB) y J-Asymptotic Giant Branch (JAGB), que han proporcionado resultados mixtos.
Tensión S8
Otro desafío es la “tensión S8”, que implica la acumulación esperada de materia en el universo en comparación con la acumulación observada. El modelo estándar sugiere que el material debería estar más agrupado de lo observado, creando una discrepancia de aproximadamente el 10%. Una posible solución implica revisar nuestra comprensión de la materia oscura, tal vez incorporando partículas que se mueven rápidamente o observando los efectos de los vientos galácticos en la distribución de la materia.
Pensando en el futuro
JWST también lo ha hecho abierto Las galaxias tempranas parecen inesperadamente masivas, lo que puede indicar nueva física o reflejar limitaciones en las técnicas de medición actuales. Las observaciones futuras, incluidas las del Espectrógrafo de Energía Oscura (DESI) y el Observatorio Vera Rubin, serán cruciales para abordar estas cuestiones.
En resumen, aunque el telescopio James Webb aún no ha proporcionado respuestas definitivas, está claro que la cosmología se encuentra en una encrucijada. Los próximos años pueden reforzar el modelo actual o presagiar una nueva física, que podría cambiar nuestra comprensión del universo.