Un esqueleto infantil de 17.000 años de antigüedad, encontrado en la cueva Grotta delle Mura de Italia, proporciona nuevos conocimientos sobre las poblaciones humanas durante el Paleolítico. edad de hielo. Los restos fueron descubiertos en 1998 y recientemente fueron analizados en busca de ADN, lo que permitió a los científicos reconstruir aspectos de la apariencia, el linaje y la salud del bebé. el ADN Los resultados indican que es probable que el niño tenga piel oscura, ojos azules y cabello rizado, lo cual es una combinación Encontró En otros antiguos cazadores europeos. El perfil genético vincula al bebé con una población antigua conocida como grupo Villabruna, que vivió en Europa después de la última edad de hielo.
Este grupo representa un linaje temprano de europeos modernos, lo que sugiere que la comunidad del niño pudo haber estado entre los primeros antepasados de poblaciones europeas posteriores.
Se ha detectado una enfermedad cardíaca hereditaria
El análisis de ADN también indica que el bebé puede haber tenido una enfermedad cardíaca hereditaria llamada miocardiopatía hipertrófica, que provoca un engrosamiento del músculo cardíaco. En los bebés, esta afección puede provocar insuficiencia cardíaca congestiva. Esto probablemente explica la muerte prematura del niño cuando tenía entre siete meses y un año y medio.
El análisis dental refleja la salud y el estrés.
Un examen de los dientes del bebé proporcionó pistas sobre su corta vida y la salud de su madre. Múltiples líneas de crecimiento en los dientes indican que la madre y el bebé pueden haber experimentado esto. Fisiológico Estrés, posiblemente debido a una mala alimentación o una enfermedad, durante y poco después del embarazo. Un análisis más detallado mostró que la madre permaneció cerca de su comunidad durante el embarazo, lo que probablemente indica un estilo de vida local dentro de la región de Puglia.
Conservación y estudio genético.
Los restos del niño fueron preservados en el frío ambiente de la Grotta delle Mura. Esto permitió a los científicos recuperar alrededor del 75% de su genoma. La preservación de restos antiguos en climas cálidos es poco común, lo que hace que esta información genética sea particularmente valiosa para estudiar las primeras poblaciones humanas.
Implicaciones para comprender las poblaciones de la Edad del Hielo
Esta investigación arroja luz sobre la adaptación y migración de grupos humanos antiguos durante un período de importantes cambios ambientales. A través de conocimientos genéticos sobre los rasgos y la salud de un niño, los científicos pueden comprender mejor las vidas de los primeros europeos y sus respuestas a las condiciones de la Edad del Hielo.