China ha construido el imán resistivo más fuerte del mundo, logrando una intensidad de campo magnético de 42,02 Tesla. Este hito se alcanzó el 22 de septiembre a un nivel estable campo magnético Instalación SHMFF, parte de los Institutos Hefei de Ciencias Físicas de la Academia de Ciencias de China. Este logro supera el récord anterior de 41,4 Tesla, establecido en 2017 por el Laboratorio Nacional de Alto Campo Magnético de Estados Unidos (NHMFL) en Florida. Los imanes resistivos, que se basan en cables metálicos enrollados, son una herramienta clave en la investigación magnética, que permite a los científicos explorar materiales avanzados y nuevos fenómenos físicos.
Aplicaciones en ciencia de materiales avanzada
Los imanes de alto campo son esenciales para experimentos con materiales complejos, p. SuperconductoresQue pueden transportar corrientes eléctricas sin desperdiciar calor a temperaturas muy bajas. Marc-Henri Julien, físico del Laboratorio Nacional de Campos Magnéticos Extremos en Grenoble, Francia, Reflejos El papel de los fuertes campos magnéticos en la revelación de nuevos estados de la materia. Asimismo, Alexander Eaton, físico de la Universidad de Cambridge, señala que los campos magnéticos más elevados mejoran enormemente la precisión experimental, facilitando la detección de fenómenos sutiles.
Una herramienta exigente pero versátil
Según Joachim Wosnitza, del Laboratorio de Altos Campos Magnéticos de Dresde, los imanes resistivos tienen la ventaja de mantener campos magnéticos elevados durante largos períodos. Su capacidad para ajustar rápidamente la fuerza magnética los hace ideales para una amplia gama de experimentos. Sin embargo, esta flexibilidad tiene un alto costo. El reciente imán que batió récords requirió 32,3 megavatios de energía, lo que llevó a investigadores como Eaton a enfatizar la importancia de tener una justificación científica sólida para el uso de esta energía.
La carrera hacia imanes más eficientes
Para superar los requisitos energéticos de los imanes resistivos, los científicos están desarrollando imanes superconductores híbridos que consumen menos energía. Aunque estos nuevos imanes prometen eficiencia, su construcción es costosa y requieren sistemas de enfriamiento complejos, explica Mark Baird, ingeniero de NHMFL. SHMFF ya está trabajando en un imán híbrido de 55 Tesla, lo que sería un gran paso hacia instrumentos de investigación sostenibles de alto campo.